Por Vivian Liberman.
Mi
segundo viaje a Palenque de San Basilio fue en junio del 2013, un mes después
de mi viaje inicial. Este viaje lo hice con el propósito de ver a Palenque de
fiesta. En este día, día de los padres en Colombia, Palenque de San Basilio
culminaba sus fiestas patronales y corralejas. Durante estas fiestas, los
palenqueros celebran con cabalgatas, música, comida, y la corrida de toros. Ya
Merly, Directora y nuestra guía de Tu Cultura me había advertido que este día
sería diferente. Esta vez, no veríamos a los niños bailar y el recorrido por el
corregimiento sería más corto, con el fin de poder participar en las fiestas y
almorzar donde la señora Isabel.
Al
comenzar el trayecto desde Getsemaní, Merly siempre cuenta la historia del
recorrido de los palenqueros, la historia de Getsemaní y la independencia de
Cartagena de Indias. Esta vez, iniciamos el viaje de la misma manera y al
llegar, Merly nos advirtió que iba a haber un cambio de planes, ya que había
fallecido el famoso actor de cine palenquero (el primer actor de esta área), el
Sr. Evaristo Márquez. Este gran personaje, quien tuvo la fortuna de actuar
junto al famoso Marlon Brando, sería sepultado e iniciaría este día el primero
de los 9 días de su ritual del lumbalú. Muchas de las personas que nos
acompañarían en el recorrido, ya no podrían acompañarnos por cumplir su rol
dentro de este ritual.
Tuvimos
suerte de volver a tener a Gabino como nuestro guía. El nos hizo el recorrido, que
volvió a iniciar en la plaza y la estatua de Benkos Biohó, la iglesia de
Palenque, el arroyo y el centro de la cultura. También pasamos por la casa del
Maestro Cassiani Cassiani, a quien mas tarde encontramos en por la calle,
jugando ajedrez con unos amigos, esperando su turno para cantar durante el
ritual del lumbalú. Con el conversamos brevemente y seguimos nuestro camino.
Este día el colegio estaba cerrado y no pudimos entrar. Sin embargo,
conversamos mucho con Gabino acerca de la etnoeducación con la que se forman
los niños palenqueros. Además de la educación, el tema más conversado, fue el
ritual del lumbalú, especialmente después de pasar por la casa del Sr. Márquez,
donde su viuda participaba en el ritual. Nos invitaron a entrar.
Cuando
un palenquero fallece, el cuerpo se debe desprender de 3 almas. Cada alma tiene
una despedida diferente. El primer alma se desprende y despide con las
canciones del ritual del lumbalú, bailes y juegos. Todos estos llevan un mismo
hilo conductor: el reencuentro con sus ancestros en el más allá. Los
palenqueros creen que cuando fallecen regresan a lo más alto de su origen: el
continente africano. Esto se celebra con los cantos acompañados por los golpes
de los tambores.
El
segundo alma se despide durante la novena noche del marco del velorio, a las 12
de la noche donde se realiza un juego dentro del kuagro (círculo social) al que
pertenecía la persona. Todos sus amigos forman dos hileras. Las mujeres llenan
un pilón con arroz y los hombres llevan el palo con el que se mezcla el pilón.
Juntos, hacen un recorrido por el corregimiento trazando la vida del difunto y
cantando. El destino final de este recorrido es el cementerio.
El
tercer alma se desprende cuando una persona de la comunidad, de más de 60 años
de edad, con conocimientos de rezos del lumbalú y el catolicismo (que se
representa en el corregimiento con la iglesia, pero no se practica) canta y
desarma el altar del velorio.
Durante
los 9 días del velorio, el kuagro de la persona prepara alimentos para todos los
visitantes del velorio. En este consume cerdo, res y mucho pescado. Este
velorio es planeado por los miembros del kuagro. Durante los nueve días del
velorio, no se puede dormir en la cama, ya que las almas están dando vueltas y
no se deben interrumpir. En vez, se duerme en el piso, hasta terminar el
velorio. En ese momento, se coloca una vela encendida con un vaso de agua al
lado de la foto del difunto para que el alma disfrute el agua.
Cuando
visitamos la casa del Sr. Márquez, el aún no había sido sepultado. Su entierro
sería esa tarde y eso daría inicio a estos 9 días de celebración. En ese
momento, estaban su familia y miembros de su kuagro, en la sala de la casa,
rodeando el ataúd, bailando, cantando y llorando. El poder participar en esta
celebración de la vida del famoso, fue mucho mejor que ver la corrida de toro
(en mi experiencia).
Al
salir de la casa, volvimos a encontrar a la señora Salgado, quien nos vino a
vender dulces y junto a otros residentes palenqueros que se encontraban jugando
parqués y tomando cerveza, nos cantó varias canciones, entre ellas, el himno
palenquero con el que había iniciado mi recorrido la primera vez en Palenque. Ella
nos acompañó al restaurante de doña Isabel. Esta vez, tuve una mejor
oportunidad de conversar con ella y de nuevo nos sirvió el almuerzo
tradicional: sancocho de pescado y
pollo, carne o pescado con arroz con coco y patacones.
En este
segundo viaje me di cuenta, que aunque es pequeño el corregimiento de Palenque
de San Basilio y no hay mucho para ver, es tan rica la cultura, que hay muchas
experiencias de las cuales aprender. Sabía en este momento, que regresaría de
nuevo y eso hice unos meses después, en Octubre.
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